SEQUÍA, AYUDAR, ¿ PERO A QUIÉN?

 

Por Pedro Peretti

La sequía es impactante. Según marcan los estudiosos del clima, es la más larga de la historia de la zona. El daño al trigo ya se puede mensurar: es la peor cosecha de los últimos siete años. En el maíz, la soja, y demás cultivos, asi como en la ganadería, es un proceso en desarrollo con final cuantitativo abierto. En estas contingencias climáticas, es central saber que hay una regla de oro: después de cada una de ellas se produce un proceso de concentración económica. El productor grande, que tiene espalda para aguantar, sale más grande; el chico quiebra, o se retira de la actividad. Ahora bien, tanto la nación como las provincias tienen leyes específicas para orientar, cuánto, cuándo y cómo, debe ser la ayuda del estado a los productores. El tema es a quién ayudar, porque los fondos no alcanzan para todos.Y el gran productor no lo necesita ni lo merece.

Lo que ninguna ley define con precisión es quién es el sujeto agrario al que se dirige; hablan de productor en general, sin especificar. Hay que definirlo, y el tamaño es el factor clave en dicha definición. Productor es tanto Adecoagro -que trabaja 380.000 hectáreas- o MSU -que siembra 200.000- como Juan Chacarero que cultiva 50 hectáreas, o Jose Hortelano que planta 1 hectárea de tomate en tierra alquilada. Es más que obvio que no son iguales y que no se puede  ayudar a  todos y menos sin diferenciar la escala.

 

Otro tema, no menor: no es lo mismo un rentista rural (o productor de sofa) que un productor genuino. Hoy el rentismo rural es lo que predomina en cuanto a la forma contractual con que se encara la producción. Según Matias Lestani, ex vice ministro de agricultura (gestión Dominguez) y asesor técnico de Confederaciones Rurales Argentina (CRA), el 70% de la producción se hace sobre tierras alquiladas. La Argentina padece (si, padece) de una agricultura de tres pisos: dueño de la tierra, contratista y pool o mega productor. Esta estructura nociva genera desarraigo, abandono rural y concentración de tierras y rentas. No se puede tratar como iguales a rentistas y a productores genuinos. No se puede considerar igual, desde ningún punto de vista, a quien produce y trabaja, que a quien espera sentado la renta, sin arriesgar nada.

Un gobierno que se precie de nacional y popular debe tener estas cuestiones muy en cuenta y focalizar la ayuda en los pequeños y medianos productores “genuinos”. Allí debe poner los recursos. Para que la agricultura no siga concentrándose necesitamos más productores, no menos. Si la apuesta es por una agricultura de rostro humano, diversificada y generando ARRAIGO, entonces la segmentación es el camino. No se  puede tratar como iguales a los que son desproporcionadamente diferentes.

Salud y cosechas

Pedro Peretti

Máximo Paz

Verano del 2023

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