EL GOLPE DEL DOLOR

 

Producción colectiva de les estudiantes de Primaria de Jóvenes y Adultes que vivían bajo la autopista frente al ex CCD “Club Atlético”
Todas las noches, en Paseo Colón y Cochabamba se escuchan penas y gritos. Gritos que piden ayuda, pasos, ruidos de puertas, golpes. Se ven sombras. Los escuchás y te sentís mal, te sentís zarpado, da miedo. Es enloquecedor. No sabés por qué molestan. Son las voces de las personas lastimadas, las víctimas del golpe del ’76. Cuentan que en ese lugar hay almas en penas pidiendo justicia.
Ahí, en ese lugar ocurrieron torturas, violaciones, partos clandestinos. No hay ofrenda que los calme, ni velas, ni vino, ni tabaco. Solamente los días de marcha ellos están en las banderas, en silencio, acompañados. Esos días no se escuchan. Nosotros pensamos que si lucharon por un país justo para todos, las penas van a dejar de llorar cuando deje de sufrir la gente. Mientras, seguirán levantando sus voces. Dicen que si nos sumamos a la lucha, se recuperarán las ideas, las voces serán de todos y los gritos de dolor se transformarán en alegría.
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